La educación continua es un Proyecto ideal: ir aprendiendo cosas nuevas en cada etapa de la vida. El ingeniero Civil informático Rodrigo Quezada (40) es un caso de manual. Toda su etapa escolar lavivió en Punta Arenas, hasta que cumplió18 y se fue a Valdivia a estudiar en la Universidad Austral de Chile. Título en mano se cambió a Santiago. "Trabajé en empresas de tecnología y en banca, pero quería hacer algo más con mi carrera", cuenta.
Siguiendo esa emoción, tomó un Magíster en Innovación y Emprendimiento enla U. Federico Santa María; con su curso realizó una gira a San Francisco, EE.UU., donde visitaron startups de tecnología. "Ese viaje me hizo clic y supe que quería dedicar mi vida a eso". De regreso a Chile, se matriculó en el Diplomado de Marketing Digital del Instituto AIT (Academy of Information Technology) de Melbourne, Australia, donde conoció la realidad aumentada, el metaverso y participó en un programa de emprendimiento de la U. de Melbourne.
Antes de seguir, un par de definiciones. "El metaverso es de un ecosistema virtual y tridimensional que replica escenarios que dan la sensación de inmersión total. Todavía está en etapa experimental", aclara el ingeniero civil en computación Miguel Sanhueza, director de Utem Virtual. "En palabras simples, la realidad aumentada superpone elementos virtuales sobre imágenes reales", agrega. Ejemplos de esta tecnología son Pokémon Go y los filtros de Instagram, cuyo fin es la entretención.
"Pero la realidad aumentada también es una potente herramienta para el e-commerce que permite a los usuarios probarse artículos como anteojos de sol, maquillaje o tatuajes sin salir de casa", añade Quezada, quien mezclando ambos conceptos hace un año creó en Melbourne su empresa Particular Createch Studio. "Diseñamos
filtros de Instagram y Facebook e imágenes 3D para catálogos web con opciones de compra interactiva".
Entre sus clientes destacan las universidades de Deakin y Melbourne, que les encargó la creación de filtros de Instagram para eventos sociales. También ha trabajado con restaurantes, estudios de tatuaje y tiendas de música. "A todos les ofrezco asesorías para que vayan adecuando sus estrategias a las nuevas tendencias y al metaverso".
"Llegué a Melbourne en marzo de 2020 y dos semanas después decretaron cuarentena por la pandemia. El diplomado lo tuve que tomar online y podía salir una hora al día para caminar o ir al supermercado. Así estuve por seis meses y me quise devolver, pero estaban las fronteras cerradas". Hoy agradece no haber retornado.
Para financiar su negocio ha hecho de todo. "Hice aseo en cines y edificios; incluso fui ayudante de cocina, aunque soy muy mal cocinero. También fui garzón y barista; tres años he sido guía en el Australian Open y me ha tocado supervisar el recinto de entrenamiento de Rafael Nadal".