Rodrigo Quezada, un ingeniero chileno radicado en Australia, se sumergió en el mundo de la realidad aumentada (RA) justo antes de la pandemia. Impulsado por el deseo de ayudar a empresas de todos los tamaños, comenzó a utilizar esta tecnología, centrando inicialmente su atención en los filtros de Instagram. Su iniciativa cobró impulso cuando Mark Zuckerberg anunció la transformación de Facebook en Meta, destacando el potencial del "metaverso".
Quezada se propuso democratizar el acceso al metaverso, desglosando su complejidad en cuatro pilares: realidad aumentada, realidad virtual, NFTs y la infraestructura física subyacente. Su enfoque práctico y accesible atrajo la atención de clientes y medios de comunicación en Australia.
El concepto del metaverso, popularizado por Meta, va más allá de los avatares virtuales y está siendo adoptado por diversas empresas tecnológicas. Quezada, sin embargo, reconoce la necesidad de educar a las personas sobre este tema desde sus fundamentos, ofreciendo una comprensión clara y accesible del mismo. Su iniciativa, centrada en la educación y la democratización del metaverso, ha ganado reconocimiento y podría extenderse más allá de las empresas australianas.